jueves, 2 de diciembre de 2010

Implantación de la semana

En el año 321 d. C., el emperador Constantino I el Grande implantó la semana de siete días, copiada del calendario lunar judío: domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado.
Además, decretó que el domingo (dies solis) fuese día de descanso para adorar a Dios, en detrimento del sábado, tradicional no sólo entre los judíos sino también entre los gentiles. Y es que si Jesucristo había muerto el quinto día de la semana judía, había resucitado en domingo. Por otro lado, se satisfacía a otra religión muy popular a la que perteneció el propio Constantino: el culto a Mitra, cuya representación era el sol. La semana de siete días se hallaba también presente en el antiguo calendario egipcio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario